miércoles, 5 de diciembre de 2012

PALAS ATENEA




Palas Atenea


Trasfondo

Palas Atenea es la maestra que conduce llena de fuerza las riendas de la vida. Es una de las doce deidades principales del Olimpo, del cielo de los dioses griegos. Es la diosa virginal de la paz y de la guerra, así como la madrina de las artes y de la sabiduría. El mito relata que su padre, Zeus, fue advertido de su vigorosa hija. Preso del miedo, se dice que Zeus convirtió a su mujer, Metis, embarazada de Atenea, en una mosca y que se la tragó. Así sucedió que Atenea nació en la cabeza de su padre. El dios del arte de la forja, llamado Hefesto tuvo que abrir el cráneo de Zeus y de él salió Palas Atenea totalmente armada y totalmente formada.

Atenea es una fuerza inteligente activa que ha servido de apoyo a los aventureros y a los héroes. En el campo de batalla se ha demostrado intrépida y valiente y nunca ha perdido el tiempo con cometidos sin sentido. El dios de las armas, Hefesto, quiso convertirla en su amante, pero ella lo rechazó. En la disputa que mantuvieron cuando él pretendía convencerla, comenzó a gotear el semen de Hefesto al suelo y surgió a partir de él el dios serpiente Erictonio. A pesar de que Atenea no se caracterizaba especialmente por sus instintos maternales, ella tomó a este dios bajo su protección y lo quiso como a un hijo.
La ciudad Atenas recibió el nombre en su honor. La Acrópolis se encuentra bajo su protección; se trata de la única fortificación de Atenas que se ha conservado hasta ahora. Atenea es la maestra que introdujo por primera vez el alfabeto; enseñó a las mujeres el arte de tejer y a los hombres los familiarizó con el arte de arar la tierra. Se le asignan el yelmo, el "aegis", el escudo y la lanza; una serpiente aparece a sus pies, y su símbolo es también el búho, que representa la sabiduría. Los romanos reconocían en Atenea a Minerva. Es una maestra y una guerrera espiritual, que deja que rijan desde el centro de su existencia la justicia y la sabiduría y actúa cuando hay que actuar. Su reino etéreo se encuentra en Atenas, Grecia, y además esta maestra ocupa un lugar en el consejo kármico.


Significado de la carta

Palas Atenea reúne todas las cualidades que se necesitan para resistir en este mundo de contradicciones la lucha entre las fuerzas. Ella es la fuerza que permite que actúes desde el centro de tu interior y que te abre a la diversidad de la creación.

Atenea te dice: Permanece ahí, enfrentáte a los acontecimientos que se te presenten y decide desde tu interior lo que hay que hacer. Encuentra el camino hacia tu fuerza verdadera aplicando todos los instrumentos que te han sido otorgados con raciocinio y con el corazón. Elimina fronteras que se han estrechado demasiado. Abrete al genio de tu alma y ofrécele un espacio en el que pueda desarrollarse y manifestarse. Vive haciendo uso de tus fuerzas. Por medio de esas fuerzas serás capaz de afrontar todo aquello que se cruce en tu camino. Cuando alguien traspase tus fronteras, te trate sin respeto, entonces aplica tu fuerza. Tú puedes hablar, puedes establecer la distancia que necesites, puedes actuar. Tú eres el dueño/a en tu casa. ¡ Ten en cuenta tus sentimientos ! Dirige tus pensamientos, tus palabras y actuaciones con prudencia. Cuando pienses en algo que no te haga sentir bien, ahuyéntalo de tu pensamiento. Haz uso de tu fuerza desde lo más profundo de ti, para pensar, actuar, amar, existir y volver a reunir fuerzas.

El mensaje de Paula Atenea dice lo siguiente: " Tienes todo lo que necesitas para vivir la fuerza de tu centro y ser feliz. ! Confía en ti¡ Aprovecha tus facultades. ! Aprovecha la fuerza clara de tu discernimiento¡. "


Ritual

* El núcleo de tu centro *

Tómate tiempo y busca un espacio. Ponte cómodo. Enciende una vela y haz todo aquello que te haga sentir bien. Tranquilizáte y concentráte en tu respiración. Respira profundamente en la cavidad de tu vientre. Deja que fluya hacia el exterior la energía  negativa consumida e inspira nueva energía positiva. Durante un tiempo trata de seguir tu respiración. Cuando hayas llegado a lo más profundo de ti, centra tu atención en el plexo solar (rejilla solar, extremo inferior del externón). Esre es el centro de tu fuerza y de tu voluntad. Es tu sol interior. Tu luz. Establece contacto con él. Incorporáte y concentráte en este centro. Balanceáte hasta tener la sensación de estar fijo y erguido en un punto.

Imáginate una luz dorada que surge del centro de tu fuerza. Cuando esta luz dorada brille a tu alrededorcomo una gran bola solar, observa cómo fluyen rayos en todas las direcciones, hacia arriba, hacia abajo, hacia la izquierda, hacia la derecha, al igual que se extienden los rayos de sol. Tú permaneces en el centro de tu bola dorada y tu fuerza se distribuye desde allí de forma uniforme sobre los rayos. Puedes percibir simúltaneamente muchas cosas a la vez sin perderte en ello.

Cuando sientas que tu atención desaparece con uno de los rayos, atráelo de nuevo al núcleo del centro dorado. Tú permaneces en ese centro independientemente de lo lejos que fluyan los rayos o de cuántos rayos lo hagan. tus rayos simbolizan tus actuaciones en el exterior, aquello para lo que precisas la atención. Imáginate al rayo de tu trabajo, de tus hijos, de tus obligaciones, de tus amigos, de las cosas que te mantienen ocupados, etc... Cada vez que creas perderte en uno de esos rayos, regeresa de nuevo a tu centro y desde ahí establece de nuevo el contacto con los rayos.

Este centro te proporciona una buena visión general, de modo que puedes dejar que sucedan varias cosas al mismo tiempo. Conserva el centro de tu fuerza en el ámbito de tu atención en todo aquello que hagas. Si alguien intenta tirar de tu fuerza y doblarla, no te inclines hacia el extremo del rayo del cual se esta tirando, pues en ese momento te desplazarías de tu centro. Alarga el rayo de tal manera que haya la suficiente distancia entre tú y esa persona. Calienta el rayo y tiñelo del color que tú crees que esa persona pueda necesitar. Se imaginativo.

Trabaja desde la fuerza de tu centro. Practica esto hasta que te sientas fuertemente anclado al núcleo de tu centro. Conserva ese espacio de tu centro limpio y libre. Es el centro de tu fuerza. Concentráte durante un tiempo en tu centro. Ten en cuenta  a quién das permiso para adueñarse de tu fuerza, qué es lo que te desplaza de tu centro, qué es lo que no te permite estar en tu centro... ! Trabaja en ello ¡

Palas Atenea te aconseja: !Estate alerta cuando te abras a los seres del reino espiritual¡ Ten en cuenta tus sentimientos y dí: "En el nombre de mi presencia del YO SOY enseñáme tu luz verdadera". Mira el sentido de las cosas  que se cruzan en tu camino.